Este plato irresistible de nuestros hermanos de Paraguay -que no es la sopa paraguaya- es sencillo de hacer y un placer sano para el paladar.
Rallar con la parte más gruesa, ocho choclos frescos.
Agregarle 250 cm3 de leche y mezclar bien.
Con muy poco aceite saltear dos cebollas hasta que se transparenten, sin dorar.
Agregar cuatro huevos a los choclos rallados.
Adicionarle sal y pimienta a gusto y mezclar bien.
Agregar las cebollas rehogadas.
Echar luego 250 grs. de queso cremoso, deshecho con las manos.
Mezclar muy bien todo.
Volcar en una asadera enmantecada o aceitada, y colocar en horno caliente durante 35 minutos o hasta que se dore la superficie. Dejar enfriar un ratito y luego servir.
Es un verdadero deleite.
¡Buen provecho!
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