Rollo de carne relleno

 Una manera diferente de servir la carne picada.

Mezclar 1 kilo de carne picada con orégano, pimienta, sal y una cucharada de mostaza.

Agregarle dos huevos enteros, dos o tres dientes de ajo picaditos y una cebolla cortada en trozos chiquitos.

Luego adicionar media taza de pan rallado y mezclar bien, amasando.

En una fuente o bandeja cubierta de papel de aluminio o papel manteca, extender la carne picada en una lámina gruesa.

Colocar 100 gramos de jamón cocido.

Encima, 100 gramos de queso en fetas.

Acomodar un lindo colchón de hojas de espinaca frescas.

Colocar cuatro huevos duros en fila.

Ayudándose con el papel de aluminio, enrollar y sellar los extremos del rollo de carne.

Queda sellado por todos lados y las puntas.

Colocar en el papel, fetas de panceta ahumada.

Acomodar el rollo y envolverlo nuevamente.

Si es necesario, se ata con piolín.

Cocinar media hora en horno al máximo. Al cabo de ese tiempo abrir la envoltura para que se dore la panceta durante media hora más.

Ya doradito, dejar enfriar un rato y luego servir.

Se puede acompañar con ensaladas. Aquí, lo servimos con tomates en trozos y cebolla cortada finita.

Servido frío, como entrada, es delicioso.

¡Buen provecho!

Bizcochitos salados con personalidad

 En el Día del Amigo, nada mejor que hacer estos facilísimos bizcochitos y compartirlos, con mate o café.

Enmantecar y enharinar dos pizzeras. Sí, así de muchos salen.

En un bol, colocar 250 gramos de harina leudante.

Hacer un hoyo y espolvorear con sal y llenarlo con 200 grs. de crema de leche.

Unir hasta formar una masa homogénea y suave. Si es necesario, se agrega pizca de leche o de harina, según se requiera.

Puede hacerse así, como está. O agregarle semillas, salame picadito, orégano, ajo picadito, cebolla picadita, queso rallado, lo que se quiera. O dividir la masa y hacer dos gustos diferentes. En la foto, orégano y salame.

Mezclar bien y extender de más o menos 1 cm de espesor y cortar en discos.

Acomodar en las pizzeras, pinchar con un tenedor y hornear al máximo durante 10 minutos.

Más fácil, rápido y sabroso no puede ser. Con el mate, el café, la chocolatada... ¡Con amigos!

También de queso y pimienta.

¡Buen provecho!

Tarta multicolor de verduras

 Ideal para la media estación, ni tan fría y dura como una ensalada, ni tan cocinada y caliente como una tarta tradicional. Crujiente y bajísima en calorías, altísima en sabor.

Aceitar apenas una tartera alta. Forrarla con una tapa finita de masa.

Cortar muy chiquitito o triturar o rallar gruesito un brócoli, un tomate (con cáscaras, semillas y todo), una cebolla grande, una zanahoria rallada, dos dientes de ajo, perejil, medio morrón colorado, una cebolla de verdeo con sus hojas en anillos finitos, dos zapallitos verdes redondos, todo muy pequeño. Se puede variar con zucchinis, berenjena, jamón cortadito, ustedes eligen. El brócoli, el tomate y la cebolla son la base.

Mezclar todo en un bol, menos la cebolla de verdeo.

Agregarle una cucharada de mostaza.

Adicionarle cuatro huevos grandes.

Unos 50 gramos de queso reggianito rallado, sal y pimienta a gusto.

Mezclar bien, debe quedar húmedo.

Acomodar en la tartera forrada y cubrir con los bonitos anillos de cebolla de verdeo. Batir dos huevos y volcarle encima distribuyendo.

Acomodarle laminitas finas de manteca de buena calidad. Hornear al máximo durante 15 minutos y completar los 45 minutos con horno medio.

El aroma es sumamente seductor. ¡Rinde mucho! Comer tibio o frío, de las dos maneras es deliciosa.

Guten Appetit!

Papas con champignones

 Suaves, sanas y al mismo tiempo sabrosas, puede ser un plato por sí solo, o una guarnición para pollo asado.

Lavar muy bien las papas y cortar rodajas medio gruesas, con su cáscara.

En una olla tipo Essen muy caliente, rociada con aceite, dorar apenas las papas de ambos lados.

Ir reservando mientras se va agregando a la olla el resto de las rodajas.

Preparar una cebolla y un trozo de morrón, cortándolos más bien pequeños.

Cortar champiñones por el medio.

Echar la totalidad de las papas doraditas a la olla y agregar medio vaso de caldo y medio vaso de leche. Sazonar con sal, tomillo, pimienta y un chorrito de aceite. Bajar el fuego, tapar y cocinar por espacio de diez minutos.

Agregar los champignones y una cucharada un poco colmada de maicena, previamente disuelta en una taza de leche fría.

Agregar un puñado de queso reggianito rallado. Mezclar y cocinar tapado unos cinco minutos más, vigilando que no se pegue en el fondo, sin romper las papas. Servir espolvoreando con un poquito de perejil picado.

Es una delicia suave, les doy mi palabra.

¡Buen provecho!

Antojo de berenjenas

 En escabeche, con una cervecita bien fría en estas tardes de verano...

Cortar en rodajas dos berenjenas bien grandes o un poco más de un kilo. Espolvorearlas, cada una, con sal parrillera, sin excederse.

Colocarlas en un colador sobre una fuente, para que recoja el líquido amargo, dejándolas así unas tres horas.

Poner a hervir tres vasos de vinagre de alcohol y tres vasos de agua.

Secar con papel las berenjenas para quitarles un poco la sal.

Hervirlas de a poca cantidad por vez, durante un minuto o hasta que el centro de tiernice, pero quedando firmes en el resto. Ir colocándolas nuevamente en el colador para que se escurran bien.

Acomodar en un frasco grande de vidrio o en un recipiente con tapa, alternando cada capa con cuatro ajos cortados en láminas, pimienta negra en grano, orégano y laurel.

Por último, cubrirlas de aceite. Se puede usar de girasol o de oliva o, como en este caso, mitad y mitad. Tapar y guardar en heladera durante varios días. Nuestra tentación nos venció al tercer día...

¡Buen provecho!