Sólo con tres ingredientes y sin cocinar, este postre es bajísimo en calorías sin perder sabor.
Remojar durante diez minutos dos cucharaditas de gelatina sin sabor en diez cucharadas de agua a temperatura ambiente. Mover despacito y sabiamente la mezcla para que se moje toda, sin grumos.
Mientras, en la licuadora, echar 400 gramos de yogurt sin sabor.
Agregar el jugo de un limón bien grande. Añadirle, si se quiere, stevia a gusto para endulzar.
Licuar muy bien.
Entibiar a baño maría la gelatina preparada -¡sin hervir!- o en microondas, sacando a cada tres segundos -en total unos diez- y revolviendo, hasta que se disuelva. Otra vez, ¡sin hervir!. Echarla enseguida en la mezcla.
Licuar muy bien de nuevo y volcar en copas o vasitos para servir, he usado frascos para guardar tapados en la heladera, se puede colocar en copas.
Tapar y guardar en heladera -no congelador ni freezer- y dejar un mínimo de tres horas.
Antes de servir, decorar en el centro con una pizca de ralladura de cáscara de limón.
Firme, refrescante, para comer sin culpa.
¡Buen provecho!
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