Las dolmas (al decir de Turquía) o dolmades (en Grecia), son hechas con envoltorio de hoja de parra. Ante la falta de ellas por estar fuera de época, con el mismo relleno y procedimiento, vayan éstas otras igualmente sabrosas, con hojas de repollo.
Como decimos siempre, cocinar es jugar con la comida, en el buen sentido.
Quitarle a dos repollos, un cono del tronco.
Pinchar con un tenedor ese centro e introducirlo en agua caliente, casi hirviendo, se verá lo fácil que se van desprendiendo las hojas, sin romperse.
Cuando cinco o seis hojas caen en el agua (a veces ayudamos un poco a separarlas), se tapa la olla y se deja unos diez segundos, no necesitan más para hacerse flexibles.
Retirarlas con una pinza, para evitar romperlas.
Picar un kilo de carne de nalga, totalmente limpia y desgrasada. Alternar en la picadora cada porción de carne con pedazos de tres cebollas medianas, un puñado de perejil, otro de menta, para que se pique todo junto. ¡Que no falte la menta!
Echar todo en un bol y mezclar bien.
Agregarle medio kilo de buen arroz crudo. Mezclar.
Echar 50 gramos de manteca derretida sin hervir (para que sea más rica), un chorrito de aceite, sal y pimienta a gusto.
Mezclar muy bien, con la mano se mezcla perfecto.
Distribuir las hojas de repollo sobre la mesa, pareciendo cazuelitas.
Colocar en cantidades proporcionales a la hoja, cerca de su base, un rollito de relleno sin apretar, para que no se apelmace, recordar que el arroz se hincha al cocinar.
Así se envuelven: primero se le da una vueltita.
Luego se doblan los costados.
Y se termina de enrollar.
¿No son lindos?
Poner en el fondo de la olla una capa de hojas de repollo sobrantes. Acomodar las dolmades.
Una vez acomodados todos, cortar un tomate en trozos y distribuirlos encima. Condimentar con sal gruesa.
Tapar con un plato para que se mantengan quietos al cocinar y echarle agua o caldo de verduras hirviendo, hasta cubrir los dolmades. Tapar la olla con su propia tapa y cuando rompa en hervor, bajar al mínimo para que se cocinen despacio. En 30 minutos ya está cocido.
Acompañar con ensalada de tomates y, si se quiere ser más lujurioso, con hummus. La receta del hummus está en la publicación anterior. Para el que le guste, rociar con limón en el plato, aunque es riquísimo así, solo, es a gusto.
¡Buen provecho!
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